Estimado amigo,
A través de esta carta me permito comunicarte el fin de un ciclo y el comienzo de otro más productivo y menos restrictivo para nuestra auténtica amiga Alice A. Bailey. Ella ha fallecido, pacífica y felizmente, la tarde de ayer jueves 15 de diciembre de 1949.
Mientras platicábamos la tarde de ayer ella mencionó: “Tengo mucho por lo cual estar agradecida. He tenido una vida rica y plena. Tantas personas de todo el mundo han sido tan amables conmigo.”
Por mucho, mucho tiempo, ella deseó partir y tan sólo se mantuvo entre nosotros por su fuerte determinación a terminar el Trabajo y su ardiente deseo de finalizar ciertos arreglos sobre el futuro de la Escuela Arcana que quizás nos ayude a usted y a mí a ser mejores servidores de nuestros semejantes.
Ella diseñó y modeló el esquema de trabajo de nuestra Escuela a través de los años con la precisión de su aguda mente y la llenó con la potencia magnética de su gran corazón por tan largo tiempo sufriente.
Algunos han preguntado por qué ella ha tenido que sufrir, pues así ha sido, tanto mental, como emocional y físicamente. Yo sólo puedo hablar de cuán triunfantemente ella abrió su corazón a recibir el impacto de las muy diversas fuerzas destructivas tan extendidas en este momento de agitación mundial y de cómo sorprendentemente pudo transmutarlas, salvaguardando a todos los altamente presionados y esforzados aspirantes y discípulos más jóvenes que han recurrido a ella y a su Escuela a través de los años.
Durante una gran parte de su vida su trabajo fue siempre subjetivo. Nosotros hemos visto los efectos exteriores de su trabajo, contemplado sus idas y venidas externas, ayudándola y amándola, a veces criticándola y en otras quejándonos, pero siempre avanzando —con ella y debido a ella— un poco más y un poco mejor que de cualquier otra forma. Todos nosotros somos muy humanos, así como ella también lo fue.
¿Por qué sufrió? Porque su sendero escogido está en la línea de los Salvadores Mundiales. Ella ha regresado con su propio Maestro K. H. para realizar un trabajo más desafiante con Él para servicio de Cristo.
Nos pidió que mantuviéramos la Escuela Arcana tan brillante y pulida como lo está hoy día, que la mantuviéramos llena con el poder salvador de una asamblea mundial de corazones amorosos, pues eso es, y para velar por que realmente sirva.
Sinceramente suyo,
Foster Bailey
Nueva York
16 de diciembre de 1949