Autor: Alice A. Bailey / Djwhal Khul
Fuente: The Beacon / R2
Así emerge el ser humano, un hijo de Dios encarnado en la forma, con una mano, como dice El Antiguo Comentario, aferrada firmemente a la roca de la materia y la otra sumergida en un mar de amor. Una antigua escritura lo expresa de esta forma:
– R1, e71.
Cuando la mano derecha del hombre material toma la flor de la vida y la arranca para él, la mano izquierda permanece vacía.
Cuando la mano derecha del hombre material toma el Loto Dorado del alma, la izquierda desciende buscando la flor de la vida, aunque no lo hace para fines egoístas.
Cuando la mano derecha sostiene firmemente el Loto Dorado y la mano izquierda toma la flor de la vida, el hombre descubre que es la planta de siete hojas que florece en la tierra y también ante el Trono de Dios.